Fui invitada a una fiesta de cumpleaños, estuve a punto de rechazar la invitación, pues ese día había sido muy ajetreado; Pero el destino tenía otro plan para mí y terminé aceptando. En esa fiesta se acercó un amigo acompañado de la personita que en ese momento no sabía que se convertiría en mi alma gemela.

Nos presentaron y comenzamos a conversar, me pareció súper lindo desde el principio y pasamos el resto de la noche bailando y conociéndonos. Desde ese momento, nunca más perdimos el contacto y él se dedicó a conquistarme día a día con detalles, gestos y momentos inolvidables que hasta el día de hoy sigue cultivando.

Una de las cosas más importantes de nuestra relación, fue decidir tener a nuestra pequeña Holly porque desde el momento que la compramos, y aunque aún no nos dábamos cuenta, nuestra familia ya había comenzado.

Realmente el destino no se equivoca y trajo a mi vida al mejor hombre que podría pedir y me siento bendecida y agradecida por tenerlo a mi lado.

Fue el mes de Marzo de 2012, era cumpleaños de un amigo. Salí con todas las ganas de pasarla bien y sin pensar lo que iba a pasar esa noche. Al llegar a la fiesta lo primero que vi fue una hermosa chica, sentada en un sillón que llevaba un vestido verde y no podía dejar de mirarla.

Me gustó tanto que quise conocerla, me la presentaron, y al comenzar a hablar con ella estaba cada vez más seguro de que quería seguir conociéndola y no quería que sea la última vez que nos viéramos. Esa noche hablamos de todo, pasamos un lindo momento y terminamos intercambiando teléfonos.

Desde ese día no puede dejar de pensar en ella, la invité a salir y me encantó aún más su forma de ser. Comenzamos a vernos varias veces a la semana y llegamos a conocernos mejor, meses después comenzamos una hermosa relación.

Nunca se me pasó por la mente que esa noche iba a conocer a mi compañera de vida y doy gracias a Dios por ese día.